Con motivo de la noticia de que la fuente de "La Cascada Nueva" será restaurada por Patrimonio Nacional, creo que es un buen momento para escribir un poco sobre ella. Esta fuente es una de las más emblemáticas del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, en la provincia de Segovia. El palacio y sus jardines fueron mandados construir por el rey Felipe V a principios del siglo XVIII como su residencia de verano, inspirándose en los Jardines de Versalles en Francia, donde pasó gran parte de su juventud.

La fuente de "La Cascada Nueva" está situada en uno de los puntos más altos del jardín y fue diseñada para impresionar tanto por su tamaño como por su complejidad. El proyecto general de los jardines y las fuentes fue obra de los arquitectos franceses René Carlier y Thierry Boutelou, quienes trajeron consigo una marcada influencia del estilo francés. La construcción de la fuente comenzó en 1720 y se terminó unos años después.

El diseño de "La Cascada Nueva" se inspira en las fuentes y jardines de la mitología clásica, al igual que muchas otras en el palacio. Está formada por tres fuentes: Las Tres Gracias, en la parte superior; La Cascada, un descenso de agua simulando escaleras y, en la base, junto al palacio, la fuente de Anfítrite. El conjunto está decorado con esculturas de mármol y plomo que representan figuras mitológicas, como tritones, náyades y otros seres acuáticos. El agua proviene de los montes cercanos de la Sierra de Guadarrama.

Una de las maravillas de "La Cascada Nueva" es su sistema de funcionamiento, basado completamente en la gravedad. No hay uso de bombas ni energía externa, lo que lo convierte en un prodigio de la ingeniería hidráulica de la época. El agua es conducida desde los manantiales naturales de las montañas hasta grandes depósitos situados en las zonas más altas del jardín, y desde allí fluye a las fuentes a través de un sistema de tuberías ocultas.

Este ingenioso sistema permite que, al abrir las compuertas, el agua corra con gran fuerza por las tres terrazas de la fuente, descendiendo de manera escalonada en forma de una imponente cascada. Esto crea una espectacular escena que maravilla a los visitantes, especialmente cuando se realiza el encendido simultáneo de varias fuentes del jardín.

Las fuentes de los jardines de La Granja no solo tenían una función estética, sino que también estaban cargadas de simbolismo. En el caso de "La Cascada", la representación del agua descendente en niveles simboliza el poder y la autoridad del monarca, así como su capacidad para controlar la naturaleza. El agua, además de ser un recurso vital, era vista como un símbolo de abundancia y prosperidad, cualidades que Felipe V quería asociar con su reinado.

En conjunto, "La Cascada" y las demás fuentes de los jardines del Palacio Real de La Granja forman uno de los conjuntos hidráulicos y artísticos más destacados de Europa. Aún hoy, estas fuentes siguen funcionando, y en ocasiones especiales se pueden ver en todo su esplendor, ofreciendo un espectáculo digno de la realeza.

En resumen, el conjunto de "La Cascada Nueva", más todavía cuando esté restaurada, supondrá un plan perfecto a los pies de la Siera de Guadarrama, en la provincia de Segovia. Esperamos con ansia e ilusión esa restauración y que la podamos disfrutar como se merece.

¡Hasta la próxima!