El Incendio de 1862
La Tragedia que Transformó al Alcázar de Segovia
Descubre cómo un devastador fuego marcó un antes y un después en la historia del emblemático castillo y cómo su restauración le devolvió su esplendor.
¡Hola de nuevo!
Hoy os vamos a contar qué es lo que pasó con el incendio de 1862 que afectó gravemente al Alcázar de Segovia. Fue uno de los eventos más trágicos en la historia de este famoso monumento segoviano. El siniestro ocurrió el 6 de marzo de ese año y dejó una profunda huella en este emblemático edificio, que ya había sido un símbolo de la historia militar y monárquica de España. El incendio permaneció en activo cerca de tres días, llegando a afectar a los vecinos del cercano barrio de San Marcos.
La causa del fuego no se sabe con certeza, pero se cree que pudo haberse originado debido a un descuido o un accidente en una de las chimeneas. Las llamas se propagaron rápidamente debido a la gran cantidad de materiales inflamables en su interior, como madera y telas.
Destrucción interna
Aunque las imponentes murallas de piedra resistieron, el incendio devastó la mayor parte del interior, incluyendo techos, bóvedas y decoraciones históricas. Muchos salones y sus artesonados, habitaciones en general quedaron en ruinas, y las pérdidas en cuanto a mobiliario, arte y reliquias fueron significativas. Solo nos quedó de su interior un cuadro de Carducci y algunos libros, que fueron arrojados por las ventanas al vacío. Algunos de estos libros se encuentran en la Biblioteca de la Academia de Artillería.
¿Se tardó mucho en reconstruir?
Tras el incendio, el gobierno y diferentes entidades se movilizaron para restaurar el edificio lo antes posible. Se hicieron muchas gestiones, pero, por cuestiones políticas, no se inició la restauración hasta pasados los veinte años. Las obras de reconstrucción se llevaron a cabo bajo la supervisión de arquitectos como Antonio Bermejo y Joaquín Odriozola y tardaron otros catorce años en realizarse. Consistieron en devolverle su antiguo esplendor y agregar detalles neogóticos que complementaban su historia medieval. Lo esencial de la obra concluyó en 1898.
La restauración logró preservar el carácter histórico del Alcázar y, al mismo tiempo, permitió introducir mejoras y detalles que lo hicieron más resistente. Gracias a estas reformas, el castillo recuperó su papel como emblema de Segovia y atracción turística, resaltando tanto su aspecto exterior como la grandeza de sus salas interiores.
Este incendio se convirtió en un recordatorio de la fragilidad de los monumentos históricos, pero también demostró la resiliencia y el compromiso por preservar el patrimonio cultural de España. Hoy, el Alcázar sigue siendo una de las fortalezas más visitados del país, un símbolo que ha sabido superar las pruebas del tiempo y la adversidad.
¡Nos vemos pronto!
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