Los primeros vestigios de población de Sacramenia se remontan a la Baja Edad Media, los primeros habitantes se asentaron en lo alto del cerro donde actualmente se encuentra la Ermita de San Miguel. Durante el siglo X el municipio presenta bastante actividad, llegando incluso a sufrir el asedio de Almanzor. Aunque el verdadero impulso repoblador ocurre en el siglo XI tras la toma de Toledo y la creación de las Comunidades de Villa y Tierra. Sacramenia experimenta un segundo impulso repoblador en el siglo XII.
La iglesia de Santa Marina se construye cuando la población se traslada al valle donde las condiciones de vida eran menos agrestes. Se construye bajo estilo románico y conserva bastantes elementos del estilo. La iglesia esconde entre sus muros unas espectaculares pinturas tardomedievales en el ábside además de numerosos retablos la mayor parte barrocos.
Posterior a Santa Marina, construida también en estilo románico. Fue objeto de cambios estructurales por lo que solo conserva parte de la construcción original. En su interior se guarda la pila bautismal de Santa Marina de exquisita decoración y un retablo barroco consagrado a San Martín de Tour, donde también encontramos la talla de Santa Ana con la Virgen y el Niño.
En lo alto del Cerro de San Miguel, en las inmediaciones de la ermita, encontramos una necrópolis con tumbas antropomorfas. También se han hallado otros restos de habitación y el lienzo de un muro que probablemente recorrería la cara norte del cerro a modo de muralla. Por su parte, en la cara sur del cerro podemos encontrar cuevas que han servido como habitación, protección y más tarde para guardar ganado.
Coronando el cerro se encuentra la ermita de San Miguel, mandada construir por Fernán González durante el asedio de Sannoval (actual Sandoval) en estilo románico. La ermita, que conserva preciosos detalles decorativos, nos da la bienvenida a todo aquel que se acerca y nos ofrece, además, unas maravillosas vistas a Sacramenia y su entorno.
En la misma plaza, y presidiendo esta, esta la iglesia de San Juan, románica, con un bonito ábside que no se ve desde la misma plaza, pero al que podemos acceder por un pasadizo, hacia otra pequeña placita. En su interior podemos contemplar una pila bautismal del s.XIII.
En la ladera del cerro de San Miguel encontramos una de las construcciones tradicionales más características de la zona, las bodegas excavadas directamente en la piedra del cerro. En estas bodegas era donde tradicionalmente se elaboraba y guardaba el vino, la viticultura es una parte importante de las raíces del municipio. Actualmente las bodegas forman parte de la vida social del pueblo.
Para aprovechar al máximo la visita a Sacramenia te sugerimos una de estas opciones:
Visita el municipio y su entorno, conoce su historia sin prisa, piérdete en sus calles. Sube al Cerro de San Miguel para ver la ermita y las vistas, y si quieres un día redondo disfruta de un buen cuarto de lechazo en alguno de sus asadores. Por la tarde puedes ir a visitar el exterior del Monasterio de Santa María (El interior es complicado visitar)
Se puede hacer en un día, aunque la recomendación es hacerlo sin prisa, descansando en alguna de las casas rurales de la zona.
Ideal para los meses estivales, disfrutar de una ruta en piragua y si el tiempo no acompaña el paisaje es lo suficiente espectacular para pasear. Almorzar en Sacramenia su conocido lechazo asado y completarlo con una visita cultural a Fuentidueña. Es un plan bien para una jornada o para un fin de semana.
Si ya has visitado Sacramenia, nos gustaría que nos dejaras tu impresión. Dinos del 1 al 5 que te ha parecido.
Pedro Zapatero / Madrid / 7-09-2023
Visita SACRAMENIA y disfruta de sus asados y de sus vinos. Te aseguro que volverás a repetir. Saludos.