Dejamos atrás esta bonita localidad de Collado Hermoso, para emprender uno de los tramos más largos de nuestro trayecto. Diecisiete kilómetros nos separan de El Rancho de la Marquesa, junto al camino que nos conduce a Cabanillas. Pero no debemos de olvidarnos, antes de iniciar el tramo, de ver la posibilidad de visitar Sotosalbos, preciosa localidad con la iglesia románica de San Miguel.
A mitad de camino y sin desviarnos, nos vamos a encontrar con una de las joyas del esquileo de nuestra provincia, el Rancho Alfaro (actualmente en ruinas), pero que fue uno de los más importantes de Segovia. Este se encuentra en el camino que nos lleva al puerto de Malangosto.
Seguimos nuestro camino, y como viene siendo habitual, la Cañada nos guiará sin problemas por las laderas del pico de la Atalaya, para llegar al punto de intersección que nos lleva a Cabanillas. Esta localidad mantiene en pie el único rancho de esquileo, y por lo tanto, es un lugar obligado de visita, si queremos adentrarnos a fondo en el mundo de las trashumancia.